viernes, 28 de octubre de 2016

Aluche-Móstoles: 40 años al servicio de las cercanías madrileñas.

Hoy, 28 de octubre de 2016, hace 40 años que se inauguraba la línea Aluche-Móstoles en la red de cercanías de Madrid, lo cual constituyó todo un hito, no por las instalaciones con que estaba dotada la línea, si no porque supuso un punto de inflexión en este tipo de servicios, considerados hasta entonces como secundarios dentro de Renfe. La nueva línea era exclusiva del servicio de cercanías y estaba dotada en toda su longitud con doble vía electrificada.
Es púes un buen momento para recordar resumidamente la historia de esta línea que de por si daría tema para todo un libro.
El origen de esta línea lo tenemos en un modesto ferrocarril de vía estrecha que unía Madrid con el pueblo toledano de Almorox. El primer tramo, de Madrid a Navalcarnero, se inauguró el 15 de julio de 1891; el siguiente, de Navalcarnero a Villa del Prado, el 26 de diciembre del mismo año, y finalmente, de Villa del Prado a Almorox, el 20 de julio de 1901.
Aglomeración en la estación de Móstoles. Colección César Mohedas.
El 1 de enero de 1930, el Estado a través de la explotación de Ferrocarriles por el Estado, EFE, antecesora de la extinta FEVE, se hizo cargo de la línea, material, dependencias y personal, como consecuencia de la construcción del llamado Ferrocarril de San Martín de Valdeiglesias, ferrocarril que, a pesar de llegar a tener muy avanzadas sus obras, nunca llegó a entrar en servicio.
La planificación del área metropolitana de Madrid en la década de los sesenta recomendaba que el ferrocarril Madrid-Almorox se reconvirtiera en un ferrocarril suburbano electrificado, de ancho internacional, sólo hasta Navalcarnero, y que enlazara con el Ferrocarril Suburbano Plaza de España-Carabanchel en la estación de Empalme, para de esta manera conseguir así la ansiada penetración en Madrid, salvando el cauce del Manzanares por vía subterránea.
Construcción de la nueva línea en Alcorcón, todavía de titularidad de FEVE. Se puede observar la escasa longitud de andenes con que fue proyectada. Colección César Mohedas.
De esta forma, el 15 de enero de 1966, FEVE, sucesora de EFE, cerró el tramo de Navalcarnero hasta Almorox, mientras que el 16 de abril de 1969 se aprobaba la modernización y conversión en un ferrocarril suburbano del tramo Empalme a Móstoles, electrificándolo a 1.500 Vcc y dotándolo de doble vía de ancho internacional,  para lo que fue preciso cerrar el tramo en servicio entre Madrid y Navalcarnero el 1 de julio de 1970.
Estación de Aluche durante las pruebas. Colección César Mohedas.
En 1973 el Plan de Cercanías para Madrid y en 1974 las recomendaciones del estudio de la Red Arterial Ferroviaria de Madrid y el Plan Especial de Infraestructura del Transporte de Madrid y Provincia, introdujeron cambios en el proyecto de modernización que ya se estaba acometiendo hasta Móstoles. Se recomendó que el nuevo ferrocarril fuera explotado por Renfe y que enlazara, en una primera fase, con la red metropolitana en la estación de Aluche.
Así las cosas, se procedió a adaptar la vía, que ya había sido ensanchada desde el ancho métrico al internacional, al ancho Renfe, en el tramo Cuatro Vientos-Móstoles, de 9,3 km, que fue el único reaprovechado del extinto Madrid-Almorox. El tramo restante hasta Aluche, de 2,6 km, se acometió por vía subterránea.
Personalidades durante la inauguración de la línea. Colección César Mohedas.
Finalmente, el 28 de octubre 1976 se inauguró el servicio entre Aluche y Móstoles. Poco después, el 28 de abril de 1978, se puso en servicio el tramo hasta Villaviciosa de Odón (denominada desde el 24 de septiembre de 1989 como Móstoles-El Soto), donde se encontraba ubicado el depósito y taller de la línea, tramo que, sin embargo, no fue abierto al servicio de viajeros hasta 27 de abril de 1983.
El éxito del nuevo ferrocarril fue inmediato, superándose todas las previsiones, lo que causó numerosos quebraderos de cabeza a los técnicos de Renfe, y no solo a los técnicos de Renfe, sino también a los técnicos de Metro, que vieron como se saturaban sus estaciones de Aluche y Plaza de España.
Estación de Villaviciosa de Odón, actual Móstoles-El Soto. foto César Mohedas.
Para solucionar todos estos problemas, se acometió la ampliación de la línea hasta la misma estación de Atocha, tras un proceso de prolongaciones efectuado entre la década de los ochenta y los primeros años de los noventa. Así, la primera fase, de Aluche a Laguna (correspondencia con la línea 6 de metro), se inauguró el 19 de enero de 1985.
Estación de Embajadores. Foto César Mohedas.
Mientras todo este proceso ocurría, la importancia creciente de las cercanías dentro del seno de Renfe provocó la creación, a principios de 1988, de la Dirección Autónoma de Cercanías, cuyas consecuencias más visibles fueron la compra de nuevos trenes, la creación de una identidad corporativa, pero sobre todo, la creación de los denominados “Núcleos de Cercanías”, estructurados en líneas como si de una red de metro se tratase. De esta forma, el 25 de septiembre de 1988, y coincidiendo con el cambio de horarios en toda la red de Renfe, nuestra línea pasó a denominarse C-6 Laguna-Villaviciosa de Odón, dentro del núcleo de cercanías de Madrid.
Primer plano de la red de cercanías de Madrid implantada en 1988. Gentileza Miguel Ángel Delgado.
La segunda fase, de Laguna a Embajadores (correspondencia con las líneas 3 y 5 de metro), se puso en servicio el 29 de mayo de 1989. Finalmente, la tercera fase, de Embajadores a Atocha (correspondencia con la línea 1 de metro y con las líneas de cercanías de Renfe), se inauguró el 30 de septiembre de 1991. En ese momento, nuestra línea quedó unida a la C-5 Atocha-Fuenlabrada, la cual pasó a denominarse C-5 Fuenlabrada-Móstoles El Soto.
Estación de Móstoles durante el corte de la línea por renovación de vía hacía Móstoles-El Soto. Foto David Molina.

2 comentarios:

  1. Y aquí podemos ver el reportaje del NO-DO sobre la inauguración de esta línea. Saludos.

    https://www.facebook.com/entrerailes/videos/1599636673583612/

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