miércoles, 30 de enero de 2013

Pasos a Nivel en Madrid.

Como todos sabemos, un paso a nivel es un cruce al mismo nivel entre una vía de tren y una carretera o un camino, teniendo sus orígenes en la obligatoriedad del ferrocarril de mantener las servidumbres de paso de las carreteras o caminos atravesados en su trazado.
El problema que planteaban los pasos a nivel a las compañías ferroviarias y a los usuarios de las carreteras, era antiguo, de múltiples facetas y con una incidencia progresivamente creciente.
Paso a Nivel de la antigua línea de Cáceres con la calle Antonio López. Colección César Mohedas.
Ciertamente, cuando a mediados del siglo XIX los railes del ferrocarril español comenzaron a cruzar los polvorientos caminos, transitados apenas por escasos carruajes, nadie podía preveer lo que tales cruces supondrían en el futuro.
En aquellos años, ni la frecuencia ni la velocidad de los respectivos medios de transporte constituían un serio obstáculo a la marcha de cada uno de ellos.
Hubieron de transcurrir bastantes años para que la invención del motor de combustión interna y del motor diésel  dieran origen a un nuevo modo de transporte, y con éste naciese la compleja problemática de los pasos a nivel, y ya en 1877 los legisladores comenzaron a preocuparse de su regulación legal, disponiéndose el establecimiento de guarderias a pie de paso en contadas ocasiones.
La poca peligrosidad y gasto que originaban los cruces a nivel de los caminos de hierro y ordinarios cuando se inició la construcción de los ferrocarriles hizo que no se adoptasen disposiciones que limitasen estos puntos de coincidencia, cuyo número adquirió una magnitud considerable.
Señales en el Paso a Nivel del Km 0/472 del ramal de Villaverde-Orcasitas. Foto Marcos/El Espinillo.
A medida que el número de vehículos por carretera y su frecuencia de circulación aumentaban, fue necesario que las compañías ferroviarias asignasen personal específicamente destinado a guardar pasos a nivel, para cerrarlos cuando se producía el paso del tren, aumentándose en consecuencia, el coste de la mano de obra, de tal forma que ya en el año 1934 se comenzó a estudiar la supresión de pasos a nivel.
Maniobra en el ramal de Villaverde-Orcasitas a punto de cruzar el Paso a Nivel de la calle Eduardo Barreiros. Observése las semibarreras automáticas y las señales de carretera. 9 de enero de 2013. Foto Fernando Guzmán.
Tras la finalización de la guerra civil, y por la Ley de Bases de Ordenación de los Ferrocarriles y Transportes por Carretera, de fecha 24 de enero de 1941, se creó la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles, RENFE. En ese momento existían 11.501 pasos a nivel, de los que 3.258 contaban con guarderia.
Es en los años 60 cuando comienzan a estudiarse medidas para la supresión de las guarderias de los pasos a nivel, poniéndose en marcha diversos planes para su transformación. Asimismo se promulgaron diversos Decretos y Leyes, en los cuales se disponía la prohibición expresa de instalar nuevos pasos a nivel.
La acción de transformación sobre los pasos a nivel guardados se ejecutaron según varias alternativas:
  • Supresión total mediante la construcción de un paso a distinto nivel.
  • Supresión mediante un camino de enlace a otro paso a distinto nivel.
  • Instalación de semibarreras automáticas (SBA), accionadas por los mismos trenes, cuando el paso a nivel se encontraba en vía general.
  • Instalación de semibarreras enclavadas (SBE), relacionadas con las instalaciones de enclavamientos, cuando el paso a nivel se encontraba dentro de una estacíon.
Todo ello permitió la eliminación total de las guarderias el 19 de septiembre de 2012 al transformarse el paso a nivel situado en la localidad de Roda de Mar  (Tarragona).
Como es facil de comprender, las zonas en las que mas interés se puso en la supresión de los pasos a nivel, fueron las zonas urbanas, tanto por el aumento considerable de la velocidad como por el aumento de la densidad de las circulaciones, sobre todo del servicio de cercanías.
Vista general del cargadero de Villaverde-Orcasitas. 20 de octubre de 2012. Foto César Mohedas.
Así, en el caso de Madrid, el último paso a nivel situado en una línea principal, en concreto, en el cruce de la línea de Contorno con el Paseo de la Esperanza, fue suprimido el 1 de mayo de 1990 al iniciarse las obras del llamado "Pasillo Verde Ferroviario".
A pasar de ello, aún quedan en Madrid diversos pasos a nivel situados en vías secundarias, y quitando los dos situados dentro de las propias instalaciones de ADIF, en Las Matas y Santa Catalina, el resto de ellos se encuentran situado en un mismo ramal, el que une la estación de Villaverde Bajo con el cargadero de Villaverde-Orcasitas.
Este tramo tiene una longitud de unos dos kilómetros y en él se encuentran cuatro pasos a nivel en una zona fuertemente urbanizada. Todos ellos están dotados de semibarreras automáticas (SBA), y la circulación se realiza en régimen de maniobras desde la estación de Villaverde Bajo, según las necesidades del servicio.
El ramal se dedica a atender a la derivación particular de Siderúrgica Requena así como a la carga de automóviles procedentes de la fábrica de PSA Peugeot-Citroen, situada en sus inmediaciones, carga que se realiza en las propias vias de Villaverde Orcasitas, siendo su destino As Gandaras, cerca de Vigo.
Plano con las instalaciones del ramal Villaverde Bajo-Villaverde Orcasitas. Documento ADIF. Colección César Mohedas.
A pesar de que las circulaciones no son muy habituales, son continuas las peticiones de los vecinos de suprimir la línea por la peligrosidad que supone su paso por la zona.

sábado, 12 de enero de 2013

Documentos de nuestro metro: el uso de los torniquetes.

Hoy en dia, el acceso a la red del metro, se hace mediante la validación de los billetes en los torniquetes o en los pasos de pantalla movil (PPM), sea cual sea el título de transporte utilizado o el método de adquisición, taquilla o máquinas billeteras.
Por ello, el uso de los torniquetes y de los pasos de pantalla movil, se ha convertido en una operación cotidiana y habitual, que casi todos los viajeros saben hacer y en la que ya nadie repara en ello.
Sin embargo, en los años 70, era una cosa excepcional, una novedad. No debemos olvidar que tras la instalación en el año 1969 de un prototipo en la estación de La Latina, la implantación de torniquetes no empezó a ser realidad hasta el año 1974 con la puesta en servicio de 16 unidades.
Por ello, y ante la falta de práctica en el uso de estos aparatos, la por aquel entonces Compañía Metropolitano de Madrid, realizó una intensa compaña informativa entre los viajeros, mediante la publicación del tríptico, objeto de esta entrada, donde se informaba del funcionamiento de los torniquetes y de como se debía de realizar la validación de los billetes.




lunes, 31 de diciembre de 2012

Adios, FEVE.

Placa situada a la entrada de la estación de Madrid del ferrocarril a Almorox. Foto Manuel González Márquez.
Dentro de muy poco tiempo, prácticamente unas horas, y atendiendo a lo dispuesto en el Capítulo I, Artículo 2, del Real-Decreto-Ley 22/2012, de 20 de julio, por el que se adoptan medidas en materia de infraestructuras y servicios ferroviarios (BOE 21 de julio de 2012), quedará extinguida la entidad pública empresarial Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha, mas conocida como "FEVE", integrándose todos sus activos a partir del 1 de enero de 2013 en ADIF y Renfe-Operadora, integración de la que se venía hablando desde hacía muchos años, pero que no terminaba de realizarse.
Si bien la presencia de FEVE en Madrid estaba reducida a su Consejo de Administración, dependiente del Ministerio de Fomento, tras el traslado hace unos años de sus departamentos técnicos a Santander, antaño si tuvo una cierta presencia como titular de varios ferrocarriles y tranvías madrileños, motivo por el cual le dedicaremos unas líneas a modo de homenaje de despedida.
FEVE  fue creada en el año 1965 por un Decreto-Ley de 23 de septiembre que reorganizaba la Explotación de Ferrocarriles por el Estado, más conocida como EFE, por lo tanto, sus orígenes hay que buscarlos en los de la propia EFE.
La explotación de ferrocarriles por cuenta del Estado comienza el 2 de mayo de 1897 cuando la Primera División Técnica y Administrativa de Ferrocarriles se tuvo que hacer cargo de la línea de Vitoria a Salinas de Léniz, tras el abandono de la sociedad concesionaria The Anglo-Vasco-Navarro Limited, a la que siguió, el 17 de abril de 1899, la línea de Val de Zafán a San Carlos de la Rápita, tras caducar la concesión. El servicio fue restablecido entre la Puebla de Hijar y Alcañiz por la 2ª División Técnica y Administrativa de Ferrocarriles.
Estación de Navalcarnero, ferrocarril Madrid-Almorox. Colección César Mohedas
En los años siguientes pasan a depender del Estado los ferrocarriles de Ávila a Salamanca (1908), Betanzos a El Ferrol (1913), Castro Urdiales a Traslaviña (1922), Ripoll-Puigcerdá y Lérida a Balaguer (1924).
Estación de Fuencarral del ferrocarril a Colmenar Viejo. Colección César Mohedas.
Seguidamente, y por Real Decreto-Ley de 3 de julio de 1926, se crea la Jefatura de Explotación de Ferrocarriles por el Estado, EFE, la cual se haría cargo de todas las líneas en manos del Estado a partir del 1 de agosto siguiente, si bien, las de Ávila a Salamanca y Betanzos a El Ferrol, serían transferidas a la Compañía de los Ferrocarriles del Oeste de España a su constitución el 9 de septiembre de 1928.
La primera incorporación a la nueva organización sería la del ferrocarril de vía estrecha de Madrid a Almorox en 1930, con motivo de la construcción del Ferrocarril de Madrid a San Martín de Valdeiglesias. A éste ferrocarril le seguirían los de Valladolid-Medina de Rioseco (1930), Cartagena-Los Blancos (1931), Onda-Grao de Castellón, Valdepeñas-Puertollano, Granada-Sierra Nevada, Sierra Alhamilla-Almeria, Amorebieta-Pedernales, Tranvías de Línares, Málaga-Fuengirola (1934), Ferrocarril de La Loma (1936), Calahorra-Arnedillo (1938), así como los de vía ancha Murcia-Caravaca, Sevilla-Carmona (1933) y Huelva-Ayamonte (1937).
En 1939 se crea el Consejo Directivo de la Explotación de Ferrocarriles por el Estado, y dos años después, el 30 de junio de 1941, se transfieren a la recién creada RENFE, los ferrocarriles de ancho normal español explotados por EFE.
Estas cesiones se ven compensadas por nuevos ferrocarriles de vía estrecha que van cayendo bajo su jurisdicción: Fuencarral-Colmenar Viejo, Flassa-Palamós (1941), Buitrón-San Juan del Puerto, Tudela-Tarazona, Carcagente-Denia, Tranvía de Mataderos a Leganés y Manresa-Olván (1942).
La Ley de 13 de junio de 1950 marca un hito, ya que dota a EFE de personalidad jurídica y patrimonio propio, haciendo de ella una entidad que a partir de entonces habría de sujetarse a la ley sobre organismos que actúan con independencia del Estado, aunque regido por Consejo y Dirección determinado por éste a través del Ministerio de Obras Públicas. Su primera actuación es la inauguración en 1954 de los primeros tramos del ferrocarril Ferrol-Gijón, que comprenden los trayectos Pravía-Avilés y Aboño-Gijón.
Tren del ferrocarril de Fuencarral a Colmenar Viejo, saliendo de Fuencarral. Años 40. Colección César Mohedas.
En 1956 pasa a EFE el ferrocarril de Puertollano a Fuente del Arco de 242 km, y en la década siguiente un nutrido grupo de líneas compuesto por las de Astillero-Ontaneda, Ferrocarril Suburbano de Madrid (1961), Santander-Bilbao (1962), Utrillas-Zaragoza, Gerona-Olot, San Felú de Guixols-Gerona (1963), Ferrocarriles de Mallorca, Tortosa-La Cava, Alicante-Denia, Ferrocarriles de Valencia (1964), Ribadeo-Villaodrid, Alcoy-Gandia, Villena-Alcoy-Yecla, Jumilla-Cieza y Ferrocarriles de Castilla (1965).
Obras de modernización del tramo Madrid a Móstoles con ancho de vía internacional. Estación de Alcorcón.
Colección César Mohedas.
Las líneas que iban siendo acogidas por el Estado sumaban ya varios centenares de kilómetros y constituían un heterogéneo conjunto díficil de administrar dentro de los límites que imponía la legislación para los organismos estatales. La difícil situación económica de prácticamente la totalidad de las compañías absorbidas y la necesidad de dotar de mayor agilidad a las resoluciones que hubieran de adoptarse aconsejaron la redacción de un Estatuto y la adopción de la denominación de Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE).
FEVE, en los estatutos que se redactan, es presentada como una "entidad de Derecho Público", cuyo funcionamiento se determina por el Decreto-Ley 11/1965 de 23 de septiembre, junto con el Estatuto y Reglamento que la desarrollan.
Al comenzar los años 70, FEVE aún recibiría un importante lote de líneas que hasta entonces había podido subsistir, pero a las que la falta de recursos acabó por imponer también la necesidad de su traspaso al Estado: Tranvías de Granada, Ferrocarril de La Robla, Económicos de Asturias, Vasco Asturiano, Cantábrico, Langreo, Vascongados (1972), San Sebastián-Hendaya (1973) y Carreño (1974).  También en ésta étapa se procede al cierre de muchos de los ferrocarriles que se habían ido incorporando a EFE. De éstos cierres hay que destacar el del tramo de Madrid a Navalcarnero, tramo subsistente del ferrocarril de Madrid a Almorox, tras el cierre en 1966 del tramo entre Navalcarnero y Almorox. Éste tramo de Madrid a Navalcarnero fue cerrado en 1970 para proceder a su modernización transformándolo en un moderno ferrocarril de cercanías entre Empalme y Móstoles, pero cuando ya estaba tendida la vía con ancho internacional entre Cuatro Vientos y Móstoles, se decidió que su explotación corriese a cargo de RENFE, modificándose el ancho en la vía ya instalada e inaugurándose entre Aluche y Móstoles en 1976.
Coches 300 2ª Serie del Ferrocarril Suburbano de Carabanchel en la estación de Empalme. Esta estación pertenece ahora a la línea 5 del metro madrileño. Obsérvese el anagrama de FEVE en los testeros de los coches. Foto Josep Miguel Solé.
En el plano legal, el Decreto-Ley 11/1972 del 29 de diciembre, fijaba el marco para el desenvolvimiento a partir de entonces de FEVE, modificándose su anterior régimen jurídico por el de Empresa Mercantil.
Los últimos ferrocarriles de los que FEVE se hizo cargo en 1977 fueron los de Catalanes, Cataluña y Sarriá y Suburbanos de Bilbao, pero con carácter provisional ya que como consecuencia del proceso de las Autonomias en Cataluña y el País Vasco, fueron entregados a éstas en 1978, año de su constitución, y en 1979 pasan también a manos del Consejo General Vasco los ferrocarriles Bilbao-San Sebastián-Irún y Amorebieta-Bermeo.
También en 1979 es desafectado de FEVE el Ferrocarril Suburbano de Carabanchel, como consecuencia de la Ley de Desprivatización del Metro de Madrid, siendo sus titulares a partir de entonces el Ayuntamiento de Madrid y la Diputación Provincial (ahora Comunidad Autónoma), con lo que desaparece la presencia de FEVE en la capital de España.
Coches 300 2ª Serie en el depósito de Aluche del Ferrocarril Suburbano de Carabanchel. Colección César Mohedas.
Finalmente, en 1986, son transferidas a la Generalitat Valenciana las líneas de los Ferrocarriles de Valencia y Alicante a Denia, y en 1994, la línea Palma-Inca, al Gobierno Balear.
Como hemos visto, aparte de las líneas del Vasco Navarro y Ferrol-Gijón, más algunas prolongaciones decididas por el Estado, la gran mayoría de los ferrocarriles integrados, primero en EFE hasta 1965 y después en FEVE a partir de dicho año, fueron adoptados como consecuencia del abandono de las concesiones por parte de las compañías titulares.
A día de hoy, las líneas explotadas por FEVE, y que quedarán incorporadas a ADIF, son las siguientes: León-Bilbao, Santander-Bilbao y Liérganes, Oviedo-Santander, Gijón-Laviana, Gijón-Ferrol, Oviedo-San Estaban de Pravía y Collanzo, todas ellas en la zona norte, y Cartagena-Los Nietos, en Murcia.
 
Bibliografía:
La Explotación de Ferrocarriles por el Estado, Miguel Palou i Sarroca, Revista Carril número 33, Junio 1991.
FEVE 1965-1985. FEVE, 1985.
Explotación de Ferrocarriles por el Estado, Memorias. Diversos años.
FEVE. Memorias. Diversos años.
Documentos Diversos. Colección autor.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Las instalaciones de nuestro metro: el Depósito de Sacedal.

El Depósito 7 de la red del metro de Madrid, más conocido como depósito de Sacedal, se encuentra ubicado en el extremo norte de la línea 9 Mirasierra-Arganda del Rey, unido a ésta por un túnel de doble vía con la que entronca entre las estaciones de Mirasierra, última inaugurada, y Herrera Oria.
Vista general del depósito. 1987. Foto César Mohedas.
Los orígenes de este depósito se remontan a 1971 cuando, por resolución de 17 de abril de la Dirección General de Transportes Terrestres, dependiente del entonces Ministerio de Obras Públicas, se autorizó a la 1ª Jefatura de Construcción para proceder a la redacción de varios proyectos correspondientes a la 2ª fase de ampliación del metropolitano de Madrid, entre los que se incluía las “Cocheras y Talleres para la línea 9 en la zona del barrio del Pilar”.
Tren 5000 1ª Serie saliendo a prestar servicio en línea 9. 1987. Foto César Mohedas.
Reconocido el terreno se localizaron dos posibles zonas para la ubicación de éstas, decidiéndose que la más conveniente era la situada al oeste de Mirasierra, lo que ya condicionaba el final del primer tramo de la línea 9 entre Pilar y Plaza de Castilla, llevando la traza hasta la entonces conocida como Carretera de la Playa, hoy Avenida del Cardenal Herrera Oria. Este primer tramo Pilar-Plaza de Castilla de la proyectada línea 9 Pilar-Moratalaz-Pavones, sustituía al tramo Pilar-Valdeacederas de la línea 9 del Plan de Ampliación de 1967, Pilar-O’Donnell, tras la aprobación técnica el 25 de junio de 1971 de la revisión del citado plan de ampliación, la cual sería aprobada definitivamente el 28 de enero de 1972.
Unidad MR-31 acondicionada para el transporte de personal, junto con unidades 5000 1ª Serie, utilizadas en la línea 9. 1987. Foto César Mohedas.
Este proyecto de talleres y cocheras fue redactado en julio de 1973 y remitido a la superioridad para su aprobación el 17 de diciembre siguiente.
Ahora bien, llegado el momento de proceder a su ejecución, el trazado del túnel en dicho proyecto así como la ubicación de las cocheras, se vieron afectados por el tiempo transcurrido, con nuevas edificaciones, lo que hacía que su ejecución resultase difícil, por lo que se ordenó la redacción de un nuevo proyecto, teniendo como nuevo emplazamiento de las cocheras un lugar próximo al anterior, en el sitio llamado del Sacedal, sin ninguna edificación y acercándose a la estación de Pitis de Renfe. Este nuevo proyecto fue redactado y aprobado en julio de 1979.
Unidades serie 5000 en la nave de estacionamiento. 2011. foto César Mohedas.
Nave de mantenimiento. 2011. Foto César Mohedas.
Las obras comprendían la construcción de la plataforma para las vías, así como las naves para cocheras, talleres, garaje de dresinas etc. El túnel de acceso desde la línea 9 tenía una longitud de 904,60 m. y en él se habían previsto sendos telescopios para la formación del haz de vías y para una futura prolongación de la línea, suprimido posteriormente.
Las obras de construcción fueron finalmente adjudicadas mediante concurso-subasta por Orden Ministerial de 18 diciembre de 1979 a Cubiertas y MZOV, dando comienzo el 26 de enero de 1980 y finalizando el 10 de agosto de 1983, con la recepción provisional de las mismas. Mientras tanto se procedió a la instalación de la superestructura (vía, electrificación, señalización y enclavamiento etc), de tal forma que el nuevo depósito quedo listo para su apertura a principios de 1986.
Vía de pruebas y nave de lavado. 2011. Foto César Mohedas.
Puestas en tensión las instalaciones eléctricas el día 19 de febrero de 1986, la apertura tuvo lugar el 24 siguiente, justo el mismo día que se inauguraba el tramo que completaba la línea 9 entre Sainz de Baranda y Avenida de América.
El depósito constaba de dos naves, una de ellas de cocheras propiamente dichas para estacionamiento de coches y lavado de los mismos, con capacidad en sus ocho vías para estacionar doce coches en cada una, y otra como zona de taller, con capacidad pare seis coches en cada una de sus once vías. Contaba también con una vía de pruebas, una de muelle y dos para garaje de dresinas.
Vista general del depósito desde el túnel de acceso. 2011. Foto César Mohedas.
La ubicación aislada del depósito con la consiguiente dificultad de acceso para el personal de servicio, obligó a la utilización de trenes lanzadera desde la estación de Herrera Oria, a cuyo fin se destinó desde julio de 1987 la unidad clásica MR-31, debidamente adaptada a gálibo ancho con la instalación de unos suplementos o alerones de forma similar a la realizada en 1974 a los coches serie 1000 para circular por la línea 7.
Mando Videográfico del enclavamiento de señales. 2011. foto César Mohedas.
Años después, en 1995, se detectaron en el depósito defectos de construcción en la playa de vías correspondiente a la cochera de estacionamiento de trenes, consistentes en un asentamiento del terreno por una deficiente compactación, lo que causó un descenso de las vías de hasta 12 cm., lo que requirió un tratamiento con inyecciones de mortero sobre el citado terreno.
A causa de las obras de construcción de la estación de Mirasierra, fue necesario levantar la playa de vías durante casi dos años. 2009. Foto Pablo Hermoso/Andén1.
Plano de vías del depósito y enlace con la línea 9. 2012. Confeccionado por Pedro Pintado/César Mohedas.
Por último indicaremos que el 26 de octubre de 2009 se procedió al cierre del depósito con motivo de las obras de construcción de la ampliación de la línea 9 hasta la estación de Mirasierra, cierre que se mantuvo hasta el día 21 de marzo de 2011, durante el cual se procedió a realizar diversas mejoras como la renovación de las instalaciones en la playa de vías y túnel de enlace con la línea, sustitución de la diagonal de entrada al depósito por una bretelle, sustitución del enclavamiento de señales eléctrico por uno electrónico con mando videográfico, etc...


domingo, 2 de diciembre de 2012

¿Que son? Las Zonas Neutras.

Como ya sabemos, la mayor parte de la red de Adif y la totalidad de la red del metro de Madrid, está electrificada, esto es, que los trenes funcionan con energía eléctrica.
La electricidad procedente de las diversas subestaciones eléctricas llegan a través de la línea aérea o catenaria a los trenes que la toman mediante los pantógrafos. El retorno a las subestaciones se realiza por las ruedas y el carril.
La tensión elegida para el funcionamiento de los trenes depende de cada administracción ferroviaria. Así, el metro de Madrid, utiliza las tensiones de 600 y 1.500 Vcc, mientras que Adif utiliza 3.000 Vcc en la red convencional, y 25.000 Vca en la red de Alta Velocidad, si bien, hasta el año 1991 también se utilizaban los 1.500 Vcc en algunas líneas de su red convencional.
Como es facil de comprender, todo este circuito tiene que tener continuidad para que funcione correctamente, pero se da el caso de que, a veces, es necesario aislar unas zonas de otras, bien porque tengan una tensión diferente en la catenaria o bien porque estén alimentadas desde distintas subestaciones.
En estos casos se recurre a instalar en la catenaria una "Zona Neutra", es decir, una zona sin tensión. Para ello, una zona de la catenaria, de longitud variable según la explotación, y sin tensión eléctrica, es limitada por dos aisladores de sección o seccionamientos. A su vez, dicha zona aislada es conectada a tierra para evitar, que es caso de averia de los aisladores, pueda quedar en tensión , con el consiguiente riesgo de accidentes al poner en contacto dos zonas con distinta tensión.
Metro de Madrid. Zona Neutra en el Depósito de Canillejas 600/1500 Vcc.
Cuando la existencia de la zona neutra es debida a la utilización de diferentes tensiones, tiene como consecuencias secundarias, la necesidad de utilización de trenes "Bitensión", que puedan pasar de una zona a otra sin el menor problema y de forma automática. Así, tanto Metro de Madrid como Renfe-Operadora cuentan con series bitensión entre su trenes.
Metro de Madrid. Ejemplo de vehículo bitensión: el VAI, Vehículo Auscultador de Instalaciones, realizado a partir de una unidad serie 2000. Depósito de Cuatro Vientos. Foto César Mohedas.
Las primeras locomotoras bitensión de la antigua Renfe correspondian a la serie 10.000, posteriormente 280-001 a 004. Fueron construídas por Alsthom en 1963 y permanecieron en servicio hasta los años 70. Villalba de Guadarrama. Colección César Mohedas.
 


lunes, 19 de noviembre de 2012

Aglomeraciones en el metro de Madrid.

El pasado dia 14 de noviembre tuvo lugar una huelga general con los consabidos problemas de retrasos y aglomeraciones en los transportes publicos, problemas que sufrieron los usuarios que, ejerciendo su derecho a trabajar, se tuvieron que desplazar a sus puestos de trabajo.
Pero para aglomeraciones en el metro, las que tuvieron lugar en los años 50-60, cuando este popular medio de transporte se convirtió en la casi única alternativa posible para la movilidad de los madrileños, pues los autobuses no representaban aún una seria competencia y los tranvías eran muy lentos y de escasa capacidad de transporte.
Recordemos que la Empresa Municipal de Transportes, EMT, se había constituído el 21 de junio de 1948, si bien las operaciones comerciales ya se habían iniciado con anterioridad, el 12 de noviembre de 1947. La primera línea de autobuses se estableció el 1 de marzo de 1948 entre Ferraz y la Glorieta de Rúiz de Alda (hoy Glorieta de López de Hoyos).
Las aglomeraciones producidas en el metro fueron de tal magnitud que causaron verdaderos problemas de seguridad, tal y como queda patente en las fotografias mostradas a continuación.
 
 

viernes, 9 de noviembre de 2012

Las primeras cercanías madrileñas: Avila y Segovia (2ª parte). Las unidades eléctricas "300".

Las unidades eléctricas conocidas como "300", pues a lo largo de su historia ostentaron diferentes numeraciones, constituyeron la serie más numerosa, importante y homogénea a la tensión de 1.500 Vcc.
Las primeras unidades y su concepción general corresponden a las electrificaciones realizadas en 1928 por la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, Norte, en Barcelona.
Unidad 300 en la estación del Norte de Madrid aún sin electrificar. Posiblemente años 30. Colección César Mohedas
Como ya sabemos, esta compañía que ya tenía electrificada a 3.000 Vcc la sección del Puerto de Pajares, en Asturias, se ve obligada a adoptar en las nuevas electrificaciones la tensión de 1.500 Vcc, ante la imposibilidad de encontrar equipos a aquella tensión, dado que sobre su utilización estaba basada la rentabilidad económica de las electrificaciones de Barcelona a Manresa y San Juan de las Abadesas y de Alsasúa a Irún, sobre todo en la primera de ellas, cuya finalidad principal era la sustitución por unidades eléctricas de los trenes formados por coches y remolcados por locomotoras de vapor.
Tal y como exigía el servicio de cercanías que habían de realizar, con paradas frecuentes y con un número de viajeros muy diferente según el sentido y la hora del día, se va a optar por poder formar los trenes con un número variable de unidades de tren gracias a la utilización de los enganches automáticos Tomlimson.
Unidad 300 en la estación de Zumárraga, sección electrificada de Alsasúa a Irún. Colección César Mohedas
Cada unidad estaría formada por un coche motor y un coche remolque unidos permamentemente, pudiéndose acoplar en servicio normal hasta cuatro unidades (ocho coches).
Un primer lote de 38 unidades suministrado para las primeras electrificaciones entró en servicio entre los años 1928-1930, habiendo sido construídos por la Sociedad Española de Construcción Naval, SECN, con equipos eléctricos y de frenado de la Westinghouse y con motores de tracción de Metropolitan Vickers. Esta primera serie sería ampliada con 10 unidades más para hacer frente a los incrementos de tráfico, entrando en servicio en 1934-5.
Características de las unidades 300. Albúm de Material Motor de Renfe. 1947. Colección César Mohedas.
Estas primeras unidades recibirian la numeración Norte 1 a 48, Una vez creada Renfe se unifica la numeración del material incorporado de las antiguas compañías asignando a estas unidades la serie 300 (301-348). Parece ser que les fue asignada esta numeración a continuación de las series del Ferrocarril Metropolitano Transversal de Barcelona, series 100 y 200, explotado por Renfe durante unos años a la creación de ésta.
A mediados de los años 30 se encarga la construcción de un nuevo lote de 30 unidades destinadas a la electrificación de Madrid a Avila y Segovia. El inicio de la guerra civil en 1936 interrumpió su construcción, que fue reanudada a su finalización. Construídas por la SECN, Euskalduna, Babcock Wilcox y Carde y Escoriaza, entraron en servicio entre 1943 y 1945, con los números 349-378.
Finalmente, un  cuarto lote de 15 unidades es construído por Macosa, Astilleros de Cádiz, CAF y SECN para la electrificación de Miranda a Bilbao y Alsasúa. Entraron en servicio en 1956-7 con los números 379-393.
Unidad 300 estacionada en la playa de vías de Madrid. Colección César Mohedas
En consecuencia, la serie quedó formada por 93 unidades, numeradas 301 a 393, hasta que en el año 1971, como consecuencia de la implantación en Renfe de la nueva numeración unificada UIC, les fue asignada la serie 433-501 a 433-593.
Todas las unidades eran técnicamente idénticas, si bien el aspecto exterior era completamente diferente en la última serie.
Con las sucesivos cambios de tensión llevados a cabo en la red de Renfe, con la consiguiente supresión de los 1.500 Vcc, quedaron recluidas en la línea de Bilbao a Santurce. Así, desaparecieron de Barcelona en 1965, de Madrid en 1972, de Burgos en 1977, de Miranda en 1979, de Alsasúa en 1982, y de Irún y Orduña en 1984.
Finalmente, dejaron de prestar servicio el 15 de marzo de 1991 tras la elevación de tensión a 3.000 Vcc en la línea de la ría Bilbaina.
Unidad 300 entrando en la estación de Madrid. Colección César Mohedas.
Bibliografía:
Automotores 1, Miquel Palou, MAF Editor, 1995.
Les Unitats de Tren de la Companyia del Nord, Lluís Batlle, 1990.
Albúm del Material Motor de la Renfe Edición 1947, Renfe, 1947. Colección César Mohedas.
Numeración Unificada del Material Motor 5ª Edición, Renfe Departamento de Material y Tracción, 1963. Colección César Mohedas.
Numeración Unificada del Material Motor, Renfe, 1971. Colección César Mohedas.
Unidad 300 en la estación de Segovia. Colección César Mohedas.
Para ver también:
Primera Parte