Ayer, 26 de junio de 2012, Metro de Madrid ha introducido una modificación tarifaria consistente en calcular el precio del viaje, dentro de la zona A, según el número de estaciones recorridas, oscilando entre 1,50 € para trayectos entre 1 y 5 estaciones, y 2 € para trayectos de 10 o más estaciones, desapareciendo así la tarifa única para cualquier trayecto dentro de la zona A.
Sin embargo, ésta no es una situación nueva para el metro de Madrid, pues desde su inauguración, el 17 de octubre de 1919, hasta el 16 de noviembre de 1956, se estuvo empleando el sistema de tarifas por trayectos.
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Cuadro de tarifas por trayectos tras la inauguración del tramo Sol-Atocha. 1921. Colección César Mohedas. |
Inicialmente, la venta de billetes se realizaba de forma manual. El viajero comunicaba a la taquillera su estación de destino y ésta le proporcionaba un billete por el importe correspondiente al trayecto a realizar. A continuación y antes de bajar a los andenes, se procedía a la comprobación del billete por las "revisoras" y a la salida también se procedía a comprobar que el billete realmente correspondía al trayecto realizado. Para eso llevaba impreso el nombre de la estación de origen y su importe. Los billetes se fabricaban en el mismo momento de su adquisición por unas rudimentarias máquinas billeteras "NATIONAL".
Este sistema de venta de billetes resultaba muy problemático por su lentitud, por cuyo motivo, en el año 1931, se instalaron dos modelos de máquinas billeteras automáticas, a titulo de ensayo, en las estaciones más importantes de Sol y Cuatro Caminos, que descargaban de trabajo a las taquilleras en los momentos de grandes aglomeraciones de público, facilitando a los viajeros la adquisición de los billetes, pues expendían éstos con el nombre e importe ya impreso, sin necesidad de pasar por la taquilla. El resultado fue muy favorable y se extendió a varias estaciones más en los años siguientes. La revisión se seguía realizando tanto a la entrada como a la salida, hasta el 16 de noviembre de 1956, cuando, una vez implantada la tarifa única para cualquier trayecto, se hizo innecesaria la revisión a la salida. Posteriormente, se suprimió también la revisión a la entrada, a medida que se iban reformando los vestíbulos, pasando a realizar este cometido las taquilleras.
Una mejora realmente importante se produjo en el mes de junio de 1969 al instalarse, a modo de ensayo, en la estación de La latina, de la recién inaugurada línea 5, las primeras máquinas automáticas de venta de billetes con banda magnética, que permitían el acceso por medio de torniquetes.
La instalación de torniquetes no fue, sin embargo, paralela al de las maquinas billeteras, por lo que, una vez obtenido el billete, el viajero debía de pasar por la taquilla para cancelarlo.
También se procedió a adquirir para instalar en las taquillas, nueva maquinas billeteras Bell Punch, mas conocidas como B.P., sustituyendo a las más antiguas.
A partir de ese momento, la evolución y mejora fue constante, tanto de las máquinas billeteras automáticas, como de las máquinas billeteras de taquillas y los torniquetes, hasta llegar a las actuales METTAs, Máquinas Expendedoras de Títulos de Transporte Automáticas, y VAPEs, Venta Automática con Pago Eléctrónico. Las primeras admiten el pago tanto en metálico como a través de tarjeta de bancaria, mientras que las segundas sólo admiten el pago con tarjeta bancaria.
La versatilidad de estas máquinas hacen posible introducir cualquier cambio en el sistema tarifario sin ningún problema, lo que ha facilitado la reimplantación del sistema de tarifas por trayectos. La operativa para la obtención del billete es la siguiente:
1º. Seleccionar en la pantalla de inicio, el tipo de billete. En este caso, sencillo.
2º. Seleccionar la línea, y si no se sabe, la letra inicial de la estación de destino.
Este sistema de venta de billetes resultaba muy problemático por su lentitud, por cuyo motivo, en el año 1931, se instalaron dos modelos de máquinas billeteras automáticas, a titulo de ensayo, en las estaciones más importantes de Sol y Cuatro Caminos, que descargaban de trabajo a las taquilleras en los momentos de grandes aglomeraciones de público, facilitando a los viajeros la adquisición de los billetes, pues expendían éstos con el nombre e importe ya impreso, sin necesidad de pasar por la taquilla. El resultado fue muy favorable y se extendió a varias estaciones más en los años siguientes. La revisión se seguía realizando tanto a la entrada como a la salida, hasta el 16 de noviembre de 1956, cuando, una vez implantada la tarifa única para cualquier trayecto, se hizo innecesaria la revisión a la salida. Posteriormente, se suprimió también la revisión a la entrada, a medida que se iban reformando los vestíbulos, pasando a realizar este cometido las taquilleras.
Una mejora realmente importante se produjo en el mes de junio de 1969 al instalarse, a modo de ensayo, en la estación de La latina, de la recién inaugurada línea 5, las primeras máquinas automáticas de venta de billetes con banda magnética, que permitían el acceso por medio de torniquetes.
La instalación de torniquetes no fue, sin embargo, paralela al de las maquinas billeteras, por lo que, una vez obtenido el billete, el viajero debía de pasar por la taquilla para cancelarlo.
También se procedió a adquirir para instalar en las taquillas, nueva maquinas billeteras Bell Punch, mas conocidas como B.P., sustituyendo a las más antiguas.
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Máquinas Billeteras SETRIGHT instaladas en la estación de Cuatro Caminos, línea 1. Colección César Mohedas. |
Máquinas billeteras actuales, METTAs y VAPE. Estación Atocha. Foto César Mohedas. |
1º. Seleccionar en la pantalla de inicio, el tipo de billete. En este caso, sencillo.
2º. Seleccionar la línea, y si no se sabe, la letra inicial de la estación de destino.
3º Seleccionar la estación de destino en la lista.
4º. Confirmar la operación.
Como vemos, un sistema bastante sencillo, pero que presenta un fallo, pues no existe revisión a la salida, por lo que la comprobación de que, efectivamente, se viaja con el billete correcto, sólo se puede hacer a través de las intervenciones de billetes rutinarias. Esto se solucionaría con la instalación de torniquetes en el sentido de salida, una operación con un alto coste económico, impensable de realizar en el momento actual.
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Billetes expendidos por máquinas NATIONAL, BELL PUNCH (B.P.) Y METTA actual. Colección César Mohedas. |